Pérdida de peso en adultos mayores: causas y como prevenirlo

La pérdida de peso es común en los adultos mayores y a menudo es causada por la pérdida de agua, músculo y grasa. Sin embargo, cuando la pérdida de peso en los ancianos es repentina puede ser causada por condiciones graves como el cáncer, la enfermedad de Alzheimer, problemas gastrointestinales, hipertiroidismo o depresión. Los cambios en los medicamentos, la movilidad o la dieta también pueden causar pérdida de peso.

¿Se pierde peso a medida que envejece?

Sí, pero solo en pequeñas cantidades con el tiempo. Es normal que los niveles de agua, músculo y grasa del cuerpo —que determinan el peso total del cuerpo— disminuyan con la edad.

Generalmente, el peso de una persona es más alto alrededor de los 60 años, con disminuciones de menos de medio kilo cada año después de los 70 años, esto significa que es normal y esperable una pérdida de peso gradual, pero no se debe ignorar una disminución significativa y notable de peso.

¿Es normal la pérdida de peso repentina en los ancianos?

Aproximadamente el 15% al 20% de los ancianos experimentan pérdida de peso repentina y si bien alguna pérdida de peso puede ser una parte normal del envejecimiento, perder una cantidad sustancial de peso en un corto período de tiempo puede ser un signo de una condición subyacente.

¿Cuánta pérdida de peso se considera peligrosa?

La pérdida de peso en los adultos mayores se considera un problema cuando hay una pérdida del 5% del peso corporal en un mes o del 10% en un período de seis meses.

El peso en los adultos mayores

¿Qué causa la pérdida de peso repentina en los ancianos?

Aunque a veces la causa de la pérdida de peso en los adultos mayores no se descubre, puede ser un signo de una condición médica subyacente. Si su familiar está experimentando una pérdida de peso significativa, no lo ignore.

Algunas de las condiciones comúnmente asociadas con la pérdida de peso rápida en los ancianos incluyen:

• Cáncer, que puede afectar el peso y el apetito de muchas maneras diferentes

• Enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia, que pueden cambiar los hábitos alimenticios
  

• Problemas gastrointestinales, que pueden llevar a la desnutrición

• Hipertiroidismo, que acelera el metabolismo del cuerpo

• Depresión, que puede llevar a la pérdida de apetito

Muchos factores conductuales y sociales también pueden afectar los hábitos alimenticios y el nivel de nutrición de una persona mayor:

• Efectos adversos de tomar múltiples medicamentos

• Movilidad limitada

• Reducción de la ingesta de alimentos debido a problemas dentales

• Aislamiento

• Restricciones financieras

• Cuidado inadecuado o incorrecto

• Alcoholismo

¿Cuáles son las preocupaciones de salud de la pérdida de peso repentina en la vejez?

Algunas consecuencias de salud de la pérdida de peso repentina en los ancianos pueden ser graves e incluir:

• Pérdida de la capacidad de realizar actividades de la vida diaria como bañarse, vestirse y arreglarse

• Fatiga

• Mayor riesgo de caídas y lesiones

• Empeoramiento de los trastornos cognitivos y del estado de ánimo

• Mayor necesidad de cuidados a largo plazo como instalaciones de vida asistida o hogares de ancianos

• Infecciones

Cómo ayudar a los médicos a monitorear la pérdida de peso y la desnutrición

Además de realizar un examen físico del paciente, los médicos pueden pedir al cuidador un historial detallado de los hábitos alimenticios y el peso del paciente.

La recomendación es que los pacientes se pesen dos veces por semana, con la asistencia de cuidadores o familiares si es necesario. También sugiere llevar un diario de alimentos, que ayudará a tener una imagen precisa de la ingesta calórica de una persona y el momento de la pérdida de peso.

Es útil para los médicos entender los factores psicológicos y sociales en la vida del paciente, como demencia, depresión, aislamiento social y situación económica. Mantener un registro detallado de todos los medicamentos recetados y de venta libre también podría ser útil para los médicos y es una práctica segura en general.

¿Cómo puede ayudar a prevenir la pérdida de peso en su ser querido anciano?

Para prevenir la pérdida de peso no intencionada y ayudar a su ser querido a mantener un peso saludable, pruebe algunos de los siguientes consejos de salud:

• Ejercicio regular: Encontrar una actividad física que disfruten —ya sea caminatas largas o una clase de yoga— y seguirla puede ayudar a aumentar el apetito.

• Hacer cambios en la dieta: Incorporar alimentos más saludables que sean ricos en nutrientes y grasas saludables.

• Mantener alimentos en stock: Asegúrese de tener bocadillos saludables, alimentos enlatados y opciones congeladas para que no se salten comidas por falta de alimentos.

• Mantenerse hidratado: Asegúrese de que beban suficiente agua, generalmente alrededor de 8 vasos al día.

• Mantenerse socialmente activos: Disfrutar de comidas juntos o pasar tiempo con seres queridos puede prevenir la pérdida de apetito que puede estar vinculada al aislamiento social.

¿Cómo pueden las comunidades de vida para ancianos ayudar a manejar la pérdida de peso no intencionada en los ancianos?

Las instalaciones de cuidado para ancianos a menudo rastrean factores que contribuyen a la pérdida de peso repentina y como parte de sus servicios regulares, miden el peso y los signos vitales regularmente. Muchas comunidades también trabajarán con los residentes, sus médicos y sus familias para desarrollar planes dietéticos especiales para ayudar a los ancianos a manejar su peso y mejorar su bienestar general.

Además, muchas comunidades de vida para ancianos emplean a un dietista o nutricionista para ayudar a crear planes dietéticos para los residentes según sus restricciones y necesidades únicas.

Recorda que en Goldys te podemos asesorar de manera gratuita a que encuentres una residencia para tu familiar teniendo en cuenta tus necesidades y requisitos. Podes encontrar mas información haciendo click AQUI.