Residencias para personas con Alzheimer
El Alzheimer es una enfermedad que afecta a 1 de cada 10 personas de más de 65 años, lo que significa que en México hay en torno a 600.000 personas afectadas por esta enfermedad y en todo el mundo hay unas 46 millones de personas que padecen esta enfermedad.
Por el momento no existe una cura para la enfermedad, si bien el pronostico es alentador ya que en el ultimo año se estuvieron desarrollando medicamentos que apuntan a frenar el deterioro que produce el Alzheimer
Que es y que afecta el Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es un trastorno cerebral que afecta la memoria y la capacidad de pensar, debilitando con el tiempo la habilidad para realizar tareas diarias sencillas. En la mayoría de las personas con esta enfermedad, los síntomas se manifiestan por primera vez en la tercera edad.
En el cerebro de alguien con Alzheimer, se experimenta una pérdida significativa de neuronas. La muerte de estas neuronas está vinculada principalmente a dos tipos de cambios: la acumulación de placas de proteína beta-amiloide y ovillos neurofibrilares de proteína Tau. Estas placas y ovillos afectan el funcionamiento y la supervivencia de las neuronas. Además de generar procesos tóxicos, interrumpen la capacidad de las neuronas para comunicarse entre sí, llevándolas eventualmente a su muerte.
Este proceso neuropatológico tiende a comenzar en una parte específica del cerebro, conocida como el hipocampo. No obstante, a medida que la enfermedad progresa, otras áreas cerebrales también se ven afectadas. Es fundamental entender estos cambios para abordar adecuadamente el impacto que la enfermedad de Alzheimer tiene en las personas y sus familias.
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Cambios y Síntomas que produce el Alzheimer
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La enfermedad de Alzheimer produce muchos cambios que se pueden resumir en 3 fases:
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Fase 1 :
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Cambios en la memoria​
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Dificultad para resolver problemas​
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Dificultad para realizar tareas habituales​
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Desorientación en tiempo y lugar
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Duración de la enfermedad de 1 a 3 años
Esta primera etapa tiene una duración aproximada de 3 años y en ella se observa un paulatino deterioro en la memoria episódica, especialmente. La persona olvida eventos recientes, sin importar el tiempo que haya transcurrido; puede no recordar que ya comió.
Asimismo, la percepción de su medio ambiente se ve disminuida, lo mismo que la memoria en cuanto al tiempo y el espacio se ve afectada. En la persona empieza a surgir una típica desorientación de lo que lo rodea, no reconociendo bien el lugar donde está.
Es muy común que la persona no recuerde cómo llegar a las tiendas que siempre ha frecuentado o bien, qué camino tomar para regresar y llegar de vuelta a casa.
Del mismo modo surgen otros detalles como son una disminución en la concentración y una fatiga cada vez más notoria. Se presentan cambios de humor y síntomas de depresión con apatía, pérdida de iniciativa y falta de interés. Junto a ello, a la persona se le comienza a notar inquieta, mostrando agitación y ansiedad.
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Fase 2:
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Dificultad para relacionar objetos​
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Problemas en el lenguaje oral y escrito​
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Colocar objetos fuera de su lugar habitual​
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Duración de la enfermedad de 2 a 10 años
En esta segunda etapa, todos los aspectos de la memoria empiezan progresivamente a fallar, se producen importantes alteraciones de la función cerebral. Comienzan a surgir problemas de lenguaje (afasia), funciones aprendidas (apraxia) y reconocimiento (agnosia).
Por otra parte, se torna descuidado en su higiene personal, aparecen algunos rasgos psicóticos y de apatía. La dependencia es cada vez mayor, les resulta complicado realizar las actividades básicas de la vida diaria (ABVD) sin ayuda. Las aficiones que tenía pierden totalmente su valor mostrándose aburrido, flojo o somnoliento. La persona empieza a hacer actos repetitivos rayando lo obsesivo. Vagabundea, ordena la ropa varias veces sin motivo.
Ya no se arregla como antes, se le nota sucio y descuidado, les da por no quererse bañar o decir que ya lo hicieron, enfadándose cuando se les recrimina.
Imagina que ve gente la cual no existe, escucha ruidos que nadie oye o piensa y cree firmemente que alguien va a por él. Empieza a preguntar por personas que ya murieron (su padre, su madre, su hermano).
Recorre la casa por todas partes, mirada perdida la habilidad para llevar a cabo operaciones de cálculo desaparecen por completo.
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Fase 3:
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Falta de juicio para tomar decisiones​
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Pérdida de iniciativa​
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Cambios en el humor o en la personalidad
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En esta tercera y última etapa, se presenta una amplia y marcada afectación de todas y cada una de las facultades intelectuales. Los síntomas cerebrales se agravan, acentuándose la rigidez muscular así como la resistencia al cambio postural. Pueden aparecer temblores y crisis epilépticas.
En la mayoría de los casos la persona termina necesitando cuidados profesionales, encamada y con alimentación asistida.
El paciente de Alzheimer no reconoce a sus familiares e incluso puede no reconocer su propio rostro en el espejo. Se muestran profundamente apáticos, perdiendo las capacidades automáticas adquiridas como la de lavarse, vestirse, andar o comer, y presentan una cierta pérdida de respuesta al dolor.
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Causas y factores del Alzheimer
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La enfermedad de Alzheimer es una condición compleja y multifactorial, y aunque no se comprenden completamente todas sus causas, se han identificado algunos factores de riesgo que pueden contribuir al desarrollo de la enfermedad. Aquí se mencionan algunas de las posibles causas y factores asociados con el Alzheimer:
Factores de Riesgo:
1. Edad: El riesgo de Alzheimer aumenta significativamente con la edad. La mayoría de las personas con Alzheimer tienen 65 años o más.
2. Genética y Antecedentes Familiares: Antecedentes familiares de Alzheimer pueden aumentar el riesgo. Algunos casos tienen un componente genético, y ciertos genes han sido identificados como asociados con un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
3. Factores Genéticos Específicos: Mutaciones en genes específicos, como el gen APOE, pueden aumentar el riesgo de Alzheimer.
4. Sexo: Las mujeres tienen un riesgo ligeramente mayor que los hombres de desarrollar Alzheimer. Esto podría deberse a factores hormonales.
5. Traumatismo Craneal: Lesiones graves en la cabeza, especialmente las que involucran pérdida de conciencia, pueden aumentar el riesgo de Alzheimer.
6. Hipertensión y Problemas Cardiovasculares: Factores que afectan la salud cardiovascular, como la hipertensión arterial, diabetes y enfermedades cardíacas, pueden aumentar el riesgo de Alzheimer.
7. Estilo de Vida y Factores Ambientales: Factores como la falta de actividad física, una dieta poco saludable, la obesidad y el tabaquismo pueden contribuir al riesgo de Alzheimer.
Causas Biológicas:
1. Acumulación de Placas de Beta-Amiloide: Las placas de proteína beta-amiloide en el cerebro son una característica distintiva del Alzheimer.
2. Ovillos Neurofibrilares: La presencia de ovillos neurofibrilares formados por la proteína tau también es una característica neuropatológica del Alzheimer.
3. Inflamación y Respuesta Inmunológica: La inflamación crónica y una respuesta inmunológica anormal en el cerebro pueden desempeñar un papel en el desarrollo de la enfermedad.
Tratamiento:
Actualmente el Alzheimer no tiene cura, pero hay tratamientos farmacológicos.
Tratamiento no farmacológico: Terapias físicas y ocupacionales y dieta saludable y equilibrada
Es importante destacar que la mayoría de los casos de Alzheimer no pueden atribuirse a una sola causa, sino a la interacción de múltiples factores. La investigación continúa para comprender mejor la enfermedad y desarrollar enfoques efectivos para su prevención y tratamiento.
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