Convencer a un familiar de ir a una residencia o recibir cuidados?
- Goldys
- 30 nov 2023
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 11 dic 2023
Convencer a un familiar de ir a una residencia o de que necesita cuidados puede ser un desafío, pero es importante saber que con algunos consejos y el enfoque correcto, es posible alentar a tu ser querido a mudarse a una residencia asistida o recibir servicios de cuidado.
Es crucial involucrar a tu ser querido en la investigación de opciones de cuidado.
Aquí hay algunas cosas que puedes hacer cuando un padre mayor se niega a aceptar servicios de residencia asistida y cuidado.
Cómo Convencer a un ser querido de Ir a una Residencia Asistida:
Habla primero con hermanos/familiares: Discute opciones con anticipación y asegúrate de estar en la misma página. Esto ayudará a minimizar la tensión y los desacuerdos.
No fuerces. Evita que tus padres se sientan presionados. Esta conversación puede necesitar suceder varias veces a lo largo de semanas, meses e incluso años.
Empatiza y escucha. Muchos mayores se oponen a las residencias asistidas por diversas razones. Muestra a tu ser querido que realmente te importa por qué se resisten. Escuchar con compasión, en lugar de imponer una agenda, construye confianza.
Muéstrale los beneficios. Muchos mayores ven la residencia asistida como "rendirse", pero las buenas instalaciones ofrecen comunidades sociales vibrantes, independencia, tranquilidad y más tiempo para disfrutar la vida. Recuérdale a tu ser querido estos beneficios y cómo podrían mejorar su calidad de vida.
Aprovecha los momentos de oportunidad. ¿Las tareas del hogar son abrumadoras? ¿Se sienten solos? Los puntos dolorosos pueden ser puntos de partida para explicar cómo la residencia asistida puede ayudarles a vivir más plenamente.
Dales control. Ningún padre quiere que le digan qué hacer. En cambio, pregunta cómo recomendarían resolver el problema. Pregunta sobre sus prioridades y dales opciones.
Trae ayuda externa. A veces, un tercero puede neutralizar una situación tensa. Considera que un médico de confianza, guía espiritual o consejero hable con tu ser querido.
Comparte tus sentimientos. Los padres aman a sus hijos y no quieren ser una carga. Comparte cómo podría estar afectándote de una manera con la que puedan empatizar, sin culparlos. Por ejemplo, podrías decir: "Cada vez es más difícil equilibrar con los niños" o "Queremos pasar más tiempo de calidad contigo".
Busca amigos. ¿Alguno de los amigos de tus padres está feliz en una residencia asistida? Encontrar un lugar con una red incorporada puede marcar la diferencia.
Realiza "tours" activos. Visita instalaciones cuando tu ser querido pueda ver a las personas prosperar. Almuerza en el comedor o coordina para que participen en clases o actividades divertidas.
Prueba una solución intermedia. Considera la ayuda en el hogar primero. Si a tus padres no les gusta la idea, podrían descubrir que prefieren la independencia de una comunidad.
Prioriza la confianza y el amor. Preservar la relación con tus padres es lo más importante.
A medida que continúas estas conversaciones sobre servicios de residencia asistida o cuidado con tus padres, hay algunas cosas esenciales adicionales que debes tener en cuenta.
Es normal sentir miedo, hay que acompañar
Los mayores que muestran enojo o cambios temerosos en su comportamiento son conscientes de sus situaciones, sin embargo, no comprenden cómo y por qué están sufriendo ciertos malfuncionamientos corporales, como el deterioro cognitivo. Debido a eso, tienden a creer que sus seres queridos, incluso sus hijos, son incapaces de comprender sus problemas emocionales y físicos. Entender que es común que los ancianos rechacen el cuidado es importante para avanzar con tu ser querido. En esta etapa, lo que necesitan es empatía y validación.
Habla sobre las posibilidades futuras antes de que ocurra una crisis de salud
Una familia siempre debe estar abierta y preparada para la posibilidad de problemas de salud futuros. Establece la preparación a través de conversaciones tempranas sobre cómo un miembro se ve a sí mismo en el futuro. Pregunta a tus padres: "¿Están de acuerdo en emplear a una cuidadora para ayudarlos con sus tareas cuando envejezcan?" "¿Dónde quieren vivir cuando alcancen la tercera edad?"
A través de estas conversaciones, también puedes descubrir por qué un familiar se niega a aceptar la ayuda de terceros. Puede deberse a la privacidad, incomodidad con extraños, dudas sobre el gasto en atención médica o miedo a perder la libertad.
Hazlos participes de las decisiones
Los padres mayores se niegan a aceptar servicios de residencia asistida y cuidado porque sienten que ya no tienen libertad, independencia y opciones. Recuerda que darles opciones hará que sientan que sus opiniones aún importan y que siguen siendo seres independientes. Al fijar citas y horarios, ¿por qué no permitirles elegir su fecha y hora preferidas? Si aún quieren salir a caminar y hacer sus pasatiempos, explícales que sus cuidadores serán sus compañeros y no un medio de restricción.
Establece Prioridades, Enumera Problemas
Dado que la necesidad de cuidado y vida asistida para padres ancianos es una calle de doble sentido, ambas partes pueden experimentar problemas. Para reducir estos problemas, haz una lista de tus prioridades. ¿Necesita tu padre citas semanales o mensuales con un médico? ¿Necesitas contratar urgentemente a una ama de llaves? ¿Será beneficioso para ambos si el adulto mayor ingresa a una residencia asistida?
Por ejemplo, si tu padre sufre de demencia, ya no puede ocuparse de sus tareas regulares. Por lo tanto, contratar a una ama de llaves es una prioridad. No es necesario explicar cada aspecto del cuidado que el ayudante proporcionará antes de que se forme la relación; este enfoque evitará que el adulto mayor se sienta amenazado o indefenso.
Por ultimo, recuerda que estas conversiones no son fáciles y que es normal tener que hablar varias veces de estos temas antes de llegar a un acuerdo en común.
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